Isabel de Bohemia, también conocida como Isabel de Bohemia o Isabel del Palatinado, nació el 26 de diciembre de 1618 en Heidelberg, Alemania, como la hija mayor del Elector Federico V del Palatinado y su esposa, la princesa Isabel Estuardo de Inglaterra.
Isabel recibió una educación excepcional para su tiempo, ya que su padre estaba interesado en fomentar la educación de sus hijos, incluyendo a sus hijas. Isabel aprendió latín, griego, italiano, francés, inglés y alemán, así como matemáticas, astronomía y música. También aprendimos filosofía y teología, y se convirtió en una ávida lectora de filósofos como René Descartes, cuya correspondencia con ella es famosa.
En 1631, durante la Guerra de los Treinta Años, Isabel y su familia fueron expulsados de su hogar en Heidelberg por las fuerzas católicas y se trasladaron a los Países Bajos. Allí, Isabel continuó su educación y conoció a algunos de los principales filósofos y pensadores de la época.
En 1644, Isabel se casó con Federico Guillermo, elector de Brandeburgo. Aunque la pareja tuvo una relación armoniosa, Isabel se sintió frustrada por las limitaciones que se le imponían como mujer en la corte y en la vida pública. Sin embargo, siguió manteniendo correspondencia con los filósofos y científicos de su tiempo, incluyendo a Descartes.
Isabel murió el 11 de febrero de 1680 en Berlín, a la edad de 61 años. Aunque sus escritos y contribuciones a la filosofía no fueron reconocidos en su época, hoy en día se la considera una de las primeras mujeres filósofas importantes de la historia.
PENSAMIENTO:
En su correspondencia con Descartes, Isabel de Bohemia sostiene que el conocimiento debe ser obtenido a través de la razón y no de la autoridad, y que la libertad de pensamiento es esencial para el desarrollo de la filosofía y la ciencia.
En 1643, Isabel escribió una carta a Descartes en la que le planteó una serie de preguntas sobre su teoría del dualismo mente-cuerpo. Descartes respondió a la carta, y la correspondencia entre ambos continuó hasta la muerte de Descartes en 1650. Las cartas de Isabel son consideradas una contribución importante al desarrollo de la filosofía moderna ya la comprensión del dualismo mente-cuerpo.
Además, Isabel de Bohemia defendió la idea de que las mujeres tienen la capacidad de participar en la filosofía y las ciencias, y que su exclusión de estas áreas de conocimiento se debe a prejuicios culturales y sociales, en lugar de limitaciones inherentes a su género .
En resumen, el pensamiento de Isabel de Bohemia se centra en la razón como fuente de conocimiento, la libertad de pensamiento y la defensa de la participación de las mujeres en la filosofía y las ciencias.
Isabel pensaba que Descartes no había resuelto de forma satisfactoria el problema cuerpo-mente.
Ella no entendía que dos cosas esencialmente diferentes, como la mente (cosa pensante) y el cuerpo (cosa espacial) pudieran interactuar, como afirmaba Descartes en las Meditaciones. Por esa razón Isabel le pidió que le explicara “las formas de las acciones y de las pasiones [del alma] sobre el cuerpo”.
Se lo pidió con estas palabras:
"Dado que el alma de un ser humano es solo sustancia pensante, ¿cómo puede afectar a los humores del cuerpo a fin de causar las acciones voluntarias? Esa pregunta surge porque parece que el modo en que se mueve una cosa depende tan solo de cuánto se la empuja. Los dos primeros de estos elementos requieren contacto entre las dos cosas, y el tercero, que la cosa causalmente activa se extienda. Su noción del alma excluye totalmente la extensión, y me parece que algo inmaterial no puede tocar nada más. De modo que le pido una definición del alma que se aproxime a su naturaleza de un modo más exhaustivo que la que ofrece en sus meditaciones, es decir: quiero una definición que distinga lo que hace de lo que es."
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